En la historia, el hombre siempre ha sabido explotar el poder de los fluidos: los primeros proyectos se remontan al 6.000 a.C., cuando en el Antiguo Egipto y Mesopotamia se utilizaba el poder del agua para regar los campos.
Continuando por la cronología de la historia, el acueducto de Eupalino (o Túnel de Eupalino) fechado en el año 600 a. C. es una verdadera obra hidráulica con una longitud de más de 1 kilómetro. Está fechado en 100 d.C. la primera máquina de vapor, también conocida como Eolipila y 300 d.C. el espectacular Sistema Hidráulico Shushtar. Acercándonos a la actualidad, en 1647 se descubrió el principio de Pascal, a partir del cual se aplica la hidráulica tal como la conocemos hoy.
En los últimos siglos, el poder del agua ha sido sustituido por el de los fluidos hidráulicos como los aceites minerales, elegidos en función de necesidades cada vez más específicas. Hoy, la industria hidráulica es crucial en muchos sectores: minería, construcción, agricultura y astronáutica.
Pero, ¿qué elementos han determinado el desarrollo de la industria hidráulica italiana y europea?
La industria hidráulica europea
Después de la Segunda Guerra Mundial, Italia experimentó el famoso "boom económico" que, en el sector agrícola, coincidió con la necesidad de introducir máquinas que permitieran una mayor productividad y menores costos operativos. En ese momento, los productos disponibles en el mercado eran de origen estadounidense, donde la industria hidráulica ya se encontraba en una fase de crecimiento y expansión. Sin embargo, estos productos no eran adecuados para las necesidades europeas debido a la diferente conformación topográfica europea e italiana, formada por calles estrechas y pequeñas parcelas agrícolas.
Fue sobre la base de esta demanda que se desarrolló la industria hidráulica: la necesidad de maquinaria agrícola "a medida".
Italia es uno de los 5 principales fabricantes europeos de componentes hidráulicos: los productos que ofrecemos son todos de origen europeo y de calidad garantizada.